Le di una oportunidad a OlyBet Casino después de ver un banner español en línea. Las tragamonedas eran sádicas y las mesas en vivo parecían diseñadas para humillarme. Maldecía a cada segundo, pero reírme de mis errores me enganchó totalmente. Pasé horas pegado a la pantalla y terminé satisfecho con la absurda diversión que me dio.